Viaje a Gyeongju

Como comentaba ayer, el lunes pasado era fiesta en Korea, por lo que aprovechamos para hacer un viaje al sur, en concreto a la provincia de Gyeongju. Este sitio es muy visitado porque en él se conservan muchos restos históricos del antiguo reino Silla, que dominó toda Korea entre los siglos VII y IX. La idea que teníamos era dedicar un día a ver palacios, templos, etc. y el segundo día hacer una excursión por la montaña.

La expedición la formábamos, Agustín, Mariola y yo. Mariola es una amiga de Palencia con la que hemos hecho buenas migas. Lleva tres años trabajando en un grupo de investigación en la universidad de Seúl, y se ve que se lo pasa bien cuando está con nosotros.

Para el viaje alquilamos un coche, y lo hicimos a la aventura, sin haber reservado ningún hotel para dormir. Aquí dejo fotos con comentarios:

Situación en el mapa de Gyeongju. Seúl está al Noroeste

Sábado por la tarde saliendo de Seúl,

como siempre, un montón de tráfico.

Primer día, visitando el templo Bulguksa, 

Patrimonio Mundial de la Unesco.

Pagoda junto a uno de los pabellones del templo.

Encontramos muchos turistas coreanos en todas partes.

Agustín y Mariola en los jardines alrededor del templo.

Campana a las puertas del templo.

Agustín y Mariola camino de la Gruta Seokguram,

también Patrimonio Mundial de la Unesco.

Gruta Seokguram. Básicamente lo que había era un 

gran buda de piedra en una gruta al otro lado de un cristal. 

Fue un poco decepcionante después de la larga cola que tuvimos que hacer.

Parque Tumuli. Los promontorios que se ven al fondo 

son tumbas de monarcas y nobles de la dinastía Silla.

Camino de la tumba...

Agustín haciendo el payaso...

Buena cuesta había que subir...

Las vistas desde arriba bien lo merecían.

Agustín al otro lado de la tumba.

Agustín y yo haciendo el payaso.

Interior de una de las tumbas.

Aquí fue donde dormimos una de las noches.

Mañana contaré la experiencia de estos singulares sitios.

Al día siguiente por la mañana, 

camino de una montaña que queríamos subir.

Empezamos por bosques de pinos.

Poco a poco la pendiente se hacía más pronunciada...

...en muchos tramos había escaleras.

Llegando a un pequeño templo budista en la ladera de la montaña.

Interior del templo.

Exteriores del templo.

El camino seguía subiendo y dejamos el templo atrás.

Imagen budista excavada en la pared de la montaña.

Atravesando algún paso complicaillo...

Los tres en la cima de la montaña.

Empezamos el descenso. A nuestro paso íbamos 

encontrando pagodas y otros monumentos antiguos.

Algunos tramos bajando con cuerda.

Mariola se portó como una campeona.

Una paradita para retomar fuerzas.

Y para abajo que nos vamos otra vez.

(No os asustéis que esta foto engaña un poco, 

no había tanta pendiente como parece)

Echando un vistazo desde un mirador.

Atravesando un bosque de bambú.

Pequeño puente colgante.

Piedras sobre piedras en el cauce seco del río.

Probablemente tenga un significado religioso.

En la parte baja, encontramos una zona húmeda llena

de estas plantas parecidas a nenúfares.

Últimos tramos de la excursión.

Aquí con unas avestruces que nos encontramos al final.

Y eso es todo. Tras acabar la excursión del lunes, un buen almuerzo y de vuelta a Seúl, donde nos esperaba un buen atasco a nuestra llegada. En resumen, un muy buen fin de semana de sitios históricos, campo y sobre todo muchas risas.