viernes, 21 de octubre de 2011

Vamos que nos vamos

Si todo va bien, el martes que viene estaré por España, de vuelta a casa.

Vuelve el jamón, el queso, el pan con tomaca, la tortilla, la buena cerveza, el bocadillo, los macarrones, las lentejas, los partidos de la champions, el madrid en directo, la guasa, los partiditos con los amigos, el pádel, la siesta, las ventanas con persiana, el aceite del güeno, el pescaito con las manos, la gente con los ojos normales, las calles limpicas, las olivas, el campo güeno español, el bocadillo de pollo, las papas ali-oli, las patatillas de bolsa, el vino güeno, los cuartos de baño con bidé y bañera, los dormitorios con techo alto, Lahiguera y los higuereños, Malaga y los malagueños, Graná y los granainos, las tapas, la familia, las novias, los trokes, los calavera, la camarilla, el fútbol del güeno, el pase por abajo y al pie, los huevos fritos, las papas, los pimientos y to lo güeno, que ya está de vuelta.

Así que os doy las gracias a todos los que habéis estado por ahí estos días, esto es lo único que me queda por decir:


jueves, 20 de octubre de 2011

Palabras en coreano


Por desgracia en Korea casi nadie habla inglés, salvo estudiantes y poca gente con estudios (por cierto un inglés muy malo que al principio no se entiende bien). Por ejemplo, cuando tienen que pronunciar una "f", pronuncian una "p", lo que hace que palabras como coffee suenen como "copi", o que el número four se pronuncie "pour".

Por suerte, aunque tímidos, los coreanos son muy simpáticos y amables, y no les importa hacer gestos o escribir para entenderse con nosotros. Así que a pesar de que apenas hablan inglés, no he tenido que aprender muchas palabras en coreano para sobrevivir por aquí. Sólamente las justas por cortesía y algunas pequeñas necesidades. Aquí dejo una lista de las pocas palabras en coreano que sé hasta día de hoy. La verdad es que no sé como se escriben, pero sí como se pronuncian, así que las escribo tal y como las pronuncio y al lado pongo su significado:

  • Año gaseó = Hola o adiós. Se utiliza siempre que se entra en un sitio o se sale del mismo, y normalmente se hace una reverencia cuando se dice. Si hay mucho respeto hacia la persona que se saluda, se pueden llegar a hacer varias reverencias mientras se dice a voz en grito año gaseó.
  • Cansá midá = Gracias. En verdad se dice prolongando más la última "a", de manera que sonaría así: Cansá midaaaaá. El truquillo que utilizo para acordarme es pensar en que ella está cansá de mirar.
  • Yeee = Sí.
  • Mekchu = Cerveza. Después de gracias, sí, hola y adiós, es la tercera palabra en coreano más útil.
  • Hanna = Uno. Hanna mekchu = Una cerveza.
  • Puta camidá = Por favor. Hanna mekchu puta camidá = Una cerveza por favor.
  • Yin-yil-bang = Spa donde se puede también dormir.
La palabra "no" creo que se dice de la misma manera que en español, aunque para que te entiendan es suficiente con hacer el gesto de cruzar las manos. Como podéis ver son pocas palabras, pero las suficientes para sobrevivir por dos meses entre coreanos.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Seúl: avenidas y callejones

Seúl es una ciudad de contrastes en lo que refiere a su organización urbanística. Al igual que las grandes ciudades de USA, Seúl es un entramado de grandes avenidas perpendiculares con tres o cuatro carriles en cada sentido, que delimitan grandes manzanas entre sí. Estas avenidas siempre están saturadas por el intenso tráfico regulado por innumerables semáforos, a razón de al menos uno por cruce de avenidas.

En cualquier barrio de Seúl, flanqueando sus grandes avenidas, se pueden encontrar grandes rascacielos de todo tipo, desde el típico con cristales reflectantes hasta diseños más atrevidos con forma de espiral, cornisas con árboles, fachadas con agujeros, etc. Normalmente estos rascacielos están repletos de oficinas (en mi caso yo trabajo en uno de ellos), y sus zonas comunes y en especial planta baja presentan una imagen moderna y lujosa. Al igual que el resto de la ciudad, la imagen de estos rascacielos cambia totalmente por las noches, que es cuando la iluminación, los tubos de neón o las marquesinas con atrayentes dibujos hacen acto de presencia. Tal es así que desde kilómetros de distancia se pueden ver los grandes rascacielos con la iluminación que les caracteriza.
Rascacielos Urban Live, está cerca de casa
GT Tower West
N Seoul Tower
Así limpiaban ayer los cristales del rascacielos en el que trabajamos

En contrapartida a estas grandes avenidas flanqueadas por rascacielos, en el interior de cada manzana podemos encontrar auténticos laberintos de callejones. A espaldas de cada gran edificio siempre hay un estrecho callejón lleno de carteles luminosos, de pequeños comercios o restaurantes, de puertas con escaleras que suben a viviendas o bajan a sótanos con más comercios y restaurantes. Mientras que en las grandes avenidas predomina el orden y el estilo occidental, en los pequeños callejones los comercios nunca cierran, la suciedad es mayor, las basuras se apilan en cualquier rincón, los cables sobrevuelan de un sitio a otro, lujosos coches y pequeñas motos conviven juntos y tras cualquier esquina se puede encontrar todo tipo de negocio. Por lo que me cuentan amigos coreanos, la carne de perro fue popular en el pasado de Korea y aunque hoy día se ha dejado de comer, algún hay algunos sitios dentro de esta red de callejones donde se puede encontrar.

Callejón en Myengdong, el lunes estuvimos aquí de compras

Para un occidental este contraste es sorprendente, pues se puede pasar del orden y el lujo a esta selva urbana en tan sólo unos pasos. Para un asiático, la situación es normal: igualmente se desenvuelven en zapatillas y vaqueros dentro de un rascacielos que con corbata y traje en el restaurante más cutre que se pueda encontrar estos callejones.

martes, 18 de octubre de 2011

El conflicto

En teoría, tras la guerra de Corea, que acabó en 1953, Corea del Sur y Corea del Norte siguen estando en guerra, dado que no firmaron ningún tratado de paz. El inicio del conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur empieza tras la segunda guerra mundial. 

Históricamente, Corea siempre ha sido un único país que ha ocupado toda la península, hasta que a principios del siglo XX el imperio japonés invadió este territorio. En 1945, tras la II Guerra Mundial, la península coreana quedó liberada del dominio japonés, gracias a la ayuda de las tropas soviéticas, en el norte, y las americanas en el sur. El punto de separación en el dominio entre ambas potencias se encontraba en el famoso paralelo 38, en espera de que se celebrasen unas elecciones democráticas.

Separación de Corea tras la II Guerra Mundial

La celebración de estas elecciones democráticas fue un gran fracaso, lo que acrecentó aún más las tensas relaciones entre el Norte y el Sur. Desde este momento, en el Norte se promocionó un modelo comunista, mientras que en el Sur creció el modelo contrario.

En 1950, tras algunas escaramuzas en el paralelo 38, estas tensas relaciones se tradujeron en el inicio de la guerra de Corea, en la que Corea del Norte invadió a Corea del Sur, conquistando casi todo el territorio salvo una pequeña zona costera al sur de la península. Gracias a el apoyo de las Naciones Unidas y de Estados Unidos, Corea del Sur lanzó una contraofensiva para recuperar todo el territorio perdido y sobrepasar el paralelo 38, aunque el posterior apoyo de China y la Unión Soviética a Corea del Norte, devolvieron la península coreana casi a la situación inicial, es decir, división entre norte y sur a través del paralelo 38, ya en el año 1953.
Gráfico de la guerra de Corea

Desde entonces, Corea del Norte y Corea del Sur no han firmado la paz, y pese a tener un lenguaje e historia común, los modelos de vida entre ambos países son muy diferentes.

Corea del Norte limita con China y Rusia al norte, y con Corea del Sur al sur. Es uno de los países más desconocidos de todo el mundo en todos los sentidos; apenas se sabe nada sobre este país a causa del hermético régimen que hay, especialmente en el preocupante capítulo de armamento nuclear. Se dice que desde Corea del Norte hay misiles apuntando a Seúl y Tokio que podrían destruir las ciudades completas en segundos. Como ejemplo del hermético régimen de Corea del Norte, intentad mirar a través de google map el interior del país, y veréis que no se muestra nada, sólamente las fotos de satélite.

En cuanto a Corea del Sur, es la otra cara de la moneda. En apenas cincuenta años se ha desarrollado en todos los sentidos con un modelo capitalista extremo, lo que se nota claramente en las calles, donde todavía se puede observar el contraste de antiguas y toscas tradiciones mezcladas con grandes adelantos tecnológicos.

Curiosamente Seúl se encuentra a apenas 30 km de la frontera con Corea del Norte. Esta frontera es una zona desmilitarizada de 4 km de anchura, situada sobre el paralelo 38, y de la que se dice que es las zonas más vigilada de todo el mundo. Está abierta a visitas turísticas (obviamente sólo en Corea del Sur), aunque bajo unas estrictas medidas de seguridad. Otra curiosidad es que también está abierto al turismo una red de túneles que Corea del Norte excavó con intención de invadir de nuevo Corea del Sur. Estos túneles que atraviesan la frontera fueron descubiertos y también se utilizan como reclamo turístico. Toda la frontera de Corea tiene una longitud aproximada de 300 Km, y no es extraño que de vez en cuando ocurra algún incidente entre ambos países, fruto de algún malentendido como unas maniobras militares, disparos no controlado, etc.


Soldados surcoreanos y norcoreanos conviven en la zona desmilitarizada

El futuro del conflicto es verdaderamente incierto, ya que aunque ambos países han dado muestras de acercamiento en algunas ocasiones, los incidentes militares siguen ocurriendo, la amenaza del armamento nuclear de Corea del Norte existe y las diferencias económicas entre ambas partes son abismales, lo que hace presagiar un futuro común si no imposible, ciertamente lejano.

lunes, 17 de octubre de 2011

GP de Korea

Para este fin de semana habíamos conseguido entradas para ir al GP de Korea. La carrera tuvo lugar en Mokpo, que es una ciudad pesquera al suroeste de Korea. Agustín, Mariola y yo nos fuimos el sábado en tren hacia la ciudad. El plan era llegar a mediodía, visitar la ciudad durante el sábado, hacer noche en algún Jinjilbang y ver la carrera el domingo. El  domingo nos juntaríamos con Manu y Pakito, que son otros amigos de los que ya os he hablado en otra ocasión.
Situación de Mokpo en el mapa

Nada más llegar, comprobamos que la ciudad era un poco cutre y que no presentaba ningún atractivo. Además no estaban muy acostumbrados a ver occidentales, ya que la gente no nos quitaba el ojo cuando entrábamos en cualquier sitio, hasta los niños pequeños nos decían "Hello" al pasar a nuestro lado. Así que la tarde del sábado la pasamos un poco aburridos, dando una vuelta por la zona del puerto que nos habían recomendado en la oficina de turismo, haciendo hora para ir a cenar y ver un espectáculo de una fuente con música y luz ya por la noche, que resultó estar muy chulo.

Por la tarde dando un paseo junto al mar

La figura de la derecha se parece a Darth Vader 
Mariola y Agustín en el puerto, la ciudad al fondo 
Caracoles, no son iguales que los españoles... 
Espectáculo nocturno en la fuente

Tras hacer noche en uno de los Jiljinbang de la ciudad, nos juntamos con Manu y Pakito en la estación de tren y nos fuimos directos al circuito. Llegamos temprano, sobre las diez de la mañana, y la carrera no empezaba hasta las tres de la tarde. Así que teníamos mucho tiempo para dar vueltas por alrededor del circuito, pasear con las banderas, tomar unas cervezas, etc. Por suerte había algunas carreras de exhibición antes de la carrera de F1, por lo que estuvimos entretenidos mientras tanto, aguantando el calor que hizo durante toda la mañana.

Calentando motores 

Aquí estábamos sentados 
Algún ratillo de calor pasamos 
Pakito, Mariola y Manu

Se acercaba el esperado momento de la carrera, y media hora antes del comienzo empezaron a salir los primeros monoplazas. Ninguno de los cinco había estado antes en una carrera de Fórmula 1, y todos nos quedamos muy sorprendidos por el ruido de los coches. Estábamos sentados en una curva, y el ruido que hacían los coches al reducir marcha cada vez que pasaban delante de nosotros era similar al de pequeñas explosiones.

Al final, la carrera se nos pasó en un momento, ganó Vettel, Alonso quedó 5º y Alguersuari 7º. Después de estar todo el día en el circuito, nos quedaba salir, ir hasta la estación de tren y un viaje de 3 horas y media hasta Seúl. Llegamos reventados después de estar todo el fin de semana en la calle, pero contentos de haberlo pasado bien.

El cámara de la tele echando una siesta antes de la carrera

¡Por fin empezó la carrera!




viernes, 14 de octubre de 2011

Pork cutlet



El pork cutlet (curiosamente aquí lo llaman "porculé"), es uno de mis platos favoritos en Korea. Su éxito se debe principalmente a que es una de las comidas coreanas más parecidas a la cocina occidental, y es por ello que una o dos veces a la semana aprovechamos para degustarlo.

El pork cutlet tiene origen japonés, pero también está muy extendido por Korea. Básicamente se trata de un gran filete empanado, con un emborrizado un poco más grueso que el de un filete empanado español, lo que lo hace un poco más crujiente que el que estamos acostumbrados a comer. Se suele servir troceado (para poder comerlo con palillos), bañado en una salsa dulce y acompañado de ensalada y arroz.

Hay muchas variedades de pork cutlet (estilo japonés, coreano, occidental, etc.), que difieren básicamente en el modo de servirlo y en la salsa que acompaña al filete. Mi variedad favorita es la japonesa, cuya salsa tiene un modo de preparación especial. Por un lado te dan un pequeño mortero con semillas de sésamo, por otra parte te sirven una salsa dulce de color oscuro y en un pequeño cuenco te ponen un poco de mostaza. Así, se machacan con cuidado las semillas en el mortero, se junta con la salsa dulce y finalmente se añade mostaza al gusto. La mezcla puede parecer un poco rara, pero tiene un sabor delicioso, dulce por la salsa, un poco fuerte por la mostaza y con una textura especial gracias a las semillas. Una vez hecha la salsa, sólo se trata de coger con cuidado trozos de pork cutlet y mojar con cuidado en el mortero antes de comerlo.

jueves, 13 de octubre de 2011

Día de la Hispanidad en Korea

Como ya había comentado en otro post, ayer la embajada española nos invitó a todos los españoles a una recepción para celebrar el Día de la Hispanidad. La recepción se celebró en el hotel Lotte, que es uno de los más lujosos de la ciudad y allí había españoles de todo tipo: desde el embajador, políticos y diplomáticos, hasta los estudiantes españoles que están de "erasmus", pasando por periodistas, militares, comerciantes, ingenieros, sacerdotes, etc.

Acostumbrado al día a día, encontrarte con 300 españoles así de repente es algo extraño y especial. La mezcla era bastante curiosa, pues lo mismo te encontrabas con un militar con el uniforme de gala lleno de condecoraciones, que con un estudiante barbudo en zapatillas y con la camiseta de la selección española. A pesar de los contrastes, el ambiente era muy bueno, y gran parte de culpa la tenían la presencia del jamón, el queso, la tortilla de patatas, la paella, la cerveza y el vino español.

La recepción empezó con el himno de España y el discurso del embajador y una vez que sacaron la comida se extendió un par de horas, hasta el momento en que se acabó el jamón y el vino, que fue cuando la mayoría nos trasladamos a un bar cercano para seguir la fiesta todos juntos. Fue un buen momento para encontrarse con gente (además de cocineros, diplomáticos y militares, yo conocí a unos cuantos de Málaga que estaban aquí estudiando), y pasar un rato como en España, hablando de temas con el humor propio de los españoles.

Aquí dejo unas cuantas fotos de ayer:

Casi todo el mundo trajeado

Discurso del embajador

Con Juan, Mateo y Agustín jurando bandera
  
Los mismos pero ahora con la bandera de Korea

En un momento durante la rueda de prensa 
de higuereños por el mundo

Junto a una escultura en hielo que había a la entrada

Bar al que fuimos al acabar (sin cervezas)

miércoles, 12 de octubre de 2011

¿La bebida de los campeones?


Desafortunadamente, la cerveza no es precisamente una bebida estrella en Korea. En los supermercados apenas si hay dos marcas locales diferentes, y la cerveza de importación se paga muy cara. El precio es similar al de la cerveza en España (la comida por ejemplo es mucho más barata), y lo más importante, el sabor es muy flojo, apenas sin gas, en comparación con la cerveza que nosotros tenemos en occidente. Para colmo, un exceso de cerveza coreana provoca un buen dolor de cabeza, lo que hace de Korea un país ideal para dejar de beber cerveza.

La única cerveza medio aceptable que se puede beber por aquí es la cerveza de barril, servida en jarras de medio litro. Es cerveza bien fresquita con gas, quizás un poco floja, pero es lo más aproximado a una jarra de cerveza de cualquier sitio de España. Por contra, si en un bar pides una botella de cerveza, te sirven la botella acompañada de un vaso pequeño, como si estuvieras bebiendo chatos de vino en lugar de cerveza.

Lo peor se encuentra en el supermercado, donde la cerveza la venden en botellas de plástico de litro y medio, con tapón de rosca, como si fuera coca-cola o fanta. La cerveza del supermercado es tan floja que hay que tirarla en el vaso a conciencia para hacer un dedo de espuma, al revés de lo que pasa con nuestra cerveza. El sabor de esta cerveza es mucho más flojo que la del bar, y lo peor de todo es que hay que beberla toda en el momento de abrirla, ya que si la guardas en la nevera para el día siguiente, pierde el poco sabor que tenía.

Únicas marcas que venden en el supermercado

Dicen que Korea es uno de los países donde más alcohol se bebe, y no precisamente por la cerveza. La culpa la tiene el soju, que es otra bebida con más de 20 puntos de graduación que se bebe a chupitos y que sabe a rayos. Para que os hagáis una idea, es similar al sake japonés. Lo que hace que sea tan consumido es su bajo precio: una botella de medio litro de soju cuesta menos de 1€. Yo probé dos chupitos la semana pasada cenando barbacoa coreana, y al levantarme iba un poco mareado. De media, en una cena, un coreano es capaz de beber entre una y dos botellas de soju, no es de extrañar que estén arriba en el ranking mundial de borrachines.
El temido soju...

martes, 11 de octubre de 2011

Algunas cosas Koreosas

El MacMoto
Esto haría las delicias de más de uno en España:


El WC del trabajo
Siempre hay una primera vez:
Los botones están en coreano.
La primera vez hay que adivinar cómo tirar de la cadena...


Camión-restaurante micro-machine, versión coreana:
Está cerca de casa. Todos los días lo montan y lo desmontan:
El coche del fondo con el maletero abierto
es el equipo de música.


El coche de caballos:
El conductor era igualico que los que se ven en las ferias:
Alrededor del coche de caballos olía muy mal.
Adivinad para qué se usa la bolsa que hay tras la cola del caballo.


La tienda de enfrente de casa:
Es una tienda de ropa cara. Aquí os dejo unas fotos mías junto a los carteles:

Bueno, los carteles no salen muy bien. Cambiando el brillo se ve algo mejor...

lunes, 10 de octubre de 2011

Españoles en Seúl


Este miércoles es el día de la hispanidad, y la embajada en Seúl da un cóctel al que estamos invitados todos los españoles que estemos por aquí. Por lo que me cuentan otros amigos españoles que viven en Seúl, somos alrededor de 300 españoles en la ciudad. Somos pocos si se tiene en cuenta que, incluida la zona metropolitana, en Seúl hay 25 millones de habitantes. 

Gracias al facebook, es fácil llegar a Korea y conocer españoles rápidamente. Hay un grupo que se llama "Españoles en Korea" gracias al cual todos estamos conectados. El grupo sirve tanto para acoger a los nuevos, como para hacer quedadas o resolver cualquier problema que se pueda presentar. Somos pocos dentro del desorden y la aglomeración que tiene Seúl, así que permanece el buen rollo y la camaradería entre todos. Como dice el dicho, somos pocos pero bien avenidos. Por ejemplo, el sábado pasado quedamos con uno de Jaén que acababa de llegar a Seúl. Viene de paso por tres meses, contactó con Agustín y quedamos para tomar algo y ponerle al día sobre la ciudad y las costumbres de los coreanos.

Un lugar especial, al que los españoles solemos ir, es el "Pakito". El "Pakito", además del nombre del dueño del bar, es una pequeña taberna de un coreano que estuvo unos años viviendo en España, al que le gustó tanto las tapas españolas que decidió montar un bar de tapas en Seúl. Todo lo que se come en el Pakito es de pata negra: tortilla de patatas, embutidos, croquetas, vinos, cerveza española, etc., y es por ello que siempre hay españoles allí dispuestos a dejar de lado por una noche el arroz y el kimchi y pegarse un buen homenaje. Las paredes están decoradas con carteles de corridas de toros, fotos de España, etc., y la música que suena es española de todo tipo: flamenco, pop... Ir al Pakito siempre es especial, te sientes como si estuvieras en España: el ambiente, la gente, la música, la conversación y sobre todo la comida. Dicen que hay españoles que se emocionan cuando descubren este sitio después de llevar mucho tiempo viviendo en Seúl.

Cartel de la taberna de Pakito

Sobre las conversaciones que tenemos los españoles, suelen empezar versando sobre las anécdotas y problemillas que hemos tenido con los coreanos a lo largo de la semana, para acabar hablando de las mismas cosas que hablaríamos en España. Esto te hace sentirte agusto durante el rato que pasas cenando o tomando algo, por un momento desconectas y dejas el inglés o el coreano de lado, y mantienes una conversación con la naturalidad y la guasa española.

Aquí abajo os dejo un vídeo de españoles por el mundo para que os hagáis una idea de cómo es la vida para los españoles. Sale el Manu, que es cocinero catalán amigo nuestro, y al final se puede ver a Pakito y su taberna:


viernes, 7 de octubre de 2011

Kimchi


Hoy os voy a hablar del que probablemente sea el plato más típico de la gastronomía coreana. En realidad no se trata de un plato propiamente dicho, ya que el kimchi se sirve en la mesa como acompañamiento a cualquier comida al igual que en España hacemos con el pan. En cualquier restaurante coreano, independientemente de lo caro que sea, nunca falta un pequeño cuenco de kimchi en la mesa.

El kimchi es un plato vegetal que proviene de la col china, que para que os hagáis una idea, tiene una textura más o menos como el tallo de una lechuga. Esta col la mezclan con trozos de cebolla, ajo o pimiento rojo molido y lo dejan todo fermentar, para así conservarlo mejor y poder servirlo en cualquier momento del año. Hay muchas modalidades de kimchi en función de los ingredientes que le añaden, algunas llevan hasta trozos de anchoa.

Por lo que me han contado mis compañeros coreanos, en muchas casas suelen tener dos neveras, una para guardar la comida normal y otra para guardar el kimchi, cuyo olor es muy fuerte. También me han comentado en que el origen del kimchi se encuentra en el frío invierno de Korea, cuando no es posible cultivar ningún vegetal. Dado que a los coreanos les encanta comer vegetales, inventaron el kimchi para poder seguir comiendo vegetales durante todo el año. También en función del tiempo, hay diferentes tipos de kimchi, algunos con sólo meses desde que se prepararon, y otros que pueden llegar a tener hasta tres años desde su momento de preparación. Salvando las distancias, es algo parecido al proceso de curación del queso.

En cuanto a lo más importante, que es el sabor, sólo os puedo decir que pica mucho. Los coreanos tienen el paladar adaptado al picante y pueden distinguir mejor los sabores en comidas picantes. Los españoles estamos acostumbrados a comidas más suaves, por lo que ante platos tan picantes como el kimchi, apenas si sabemos distinguir algún sabor más allá del picante. Yo lo probé al principio por cortesía ante los anfitriones coreanos, pero ningún día lo he vuelto a comer por cómo pica, antes me quedo con una buena ración de patatas bravas españolas.


jueves, 6 de octubre de 2011

Jinjilbang



Las dos noches del viaje de este fin de semana las hemos pasado en un jiljinbang. La foto de arriba es del jiljinbang donde estuvimos la noche del sábado al domingo.

Básicamente, un jiljinbang es un spa en el que puedes quedarte a dormir en unas condiciones especiales, pero a coste muy barato (6€ por noche aprox.). A grandes rasgos, un jiiljinbang funciona así:
  1. Cuando llegas debes quitarte los zapatos y dejarlos en una taquilla numerada a la entrada. Los zapatos no los volverás a utilizar hasta que salgas del jiljinbang.
  2. Una vez has dejado los zapatos, pasas a recepción, y te dan una pulsera con un número y una llave de otra taquilla de vestuario. También en recepción te dan un pijama que debes usar mientras estés en el edificio. Hombres y mujeres llevan pijamas de diferente color.
  3. Dentro del jiljinbang, hay una zona sólo para hombres, otra para mujeres y otra mixta. Una vez que tienes el pijama y tu llave de taquilla, vas al vestuario de tu zona para quitarte la ropa de calle.
  4. Tanto en la zona de hombres, como en la zona de mujeres, hay un spa propio. De lo que se trata ahora es de disfrutar todo el tiempo que quieras de las piscinas, jacuzzi, sauna, etc. En esta fase todo el mundo va en "pelota picá".
  5. Una vez acabas en el spa, te das una ducha y vuelves al vestuario para ponerte el pijama que te dieron en recepción.
  6. Seguidamente pasas a la zona mixta del jiljinbang. Aquí hay sala de TV, comedor, biblioteca, sala de juegos, etc. Nosotros encontramos una cabina de karaoke en el del otro día y nos metimos a pasar un rato. En la zona mixta es donde convive toda la gente: hombres, mujeres y niños, todos en pijama y descalzos, como si fuera una fiesta de pijamas gigante. No hay problemas para la convivencia porque todos son muy educados y respetuosos. El otro día hablando llegamos a la conclusión de que en España sería difícil que algo así funcionara bien.
  7. Una vez que se hace de noche, hay varias salas en silencio, con diferentes temperaturas, que se utilizan sólo para dormir. Se duerme en el suelo, básicamente donde encuentres un hueco libre. Para dormir hay esterillas y almohadillas, y puedes pedir mantas si lo necesitas. Dormir con 50 o 60 personas en una misma sala todos en el suelo es una experiencia curiosa.
  8. Una vez te levantas por la mañana, puedes utilizar de nuevo el spa el tiempo que quieras. Para marcharte sólamente has de devolver el pijama y la llave de tu taquilla.
Aquí abajo dejo un par de fotos que tomamos a hurtadillas dentro del jiljinbang. Como os digo, lo primero en este sitio es el respeto hacia los demás, y por eso quedaba fuera de lugar ponerse a hacer fotos a diestro y siniestro:

Agustín y Mariola en la sala de ordenadores


Sala de TV