miércoles, 31 de marzo de 2010

No trabajo en la ONU, pero casi


Pues sí, como dice el título, aquí no trabajo en la ONU, pero casi.

La empresa en la que trabajo se dedica al mundo de las tecnologías inalámbricas: Bluetooth, 3G, WIMAX, etc., y este mundo, por suerte o por desgracia, es un mundillo internacional. Imaginaros que el móvil que tenéis sólo funcionara en España y no en Italia o Francia, o que el GPS de vuestro coche sólo se pudiera utilizar en Europa y no en otro lado... Pues eso, hay cosas en el mundo que por suerte son estándar para todos y nos hacen la vida más fácil cuando queremos movernos a otro país que no es el nuestro.

Como digo, mi empresa se dedica a las tecnologías inalámbricas, y yo en concreto estoy trabajando en el sector de la telefonía móvil, en la puesta a punto de una nueva tecnología que va a salir pronto y que se va a llamar 4G (4ª generación). Y esta nueva tecnología, como os voy diciendo, se implantará en su día en España, en Francia, en USA, en Japón y en todo el mundo. Es por ello que aquí está metida gente de todo el mundo fabricando su propio cacharro.

Teléfono última generación con juegos

Esto de montar una nueva tecnología es como hacer unas nuevas carreteras y coches que permitan a la gente ir más rápido de un sitio a otro. Unos hacen el coche (teléfono móvil), otros montan las carreteras (red de telefonía), otros ponen los semáforos (organismos reguladores) y otros somos los conductores (usuarios de teléfono). Para fabricar un coche hace falta motor, ruedas, luces, puertas, etc. Pues en mi caso, imaginaros que el motor se hace en Corea, las ruedas en Alemania, las puertas en Canadá y las puertas las hacemos nosotros en España. Para nosotros hacer las puertas por separado en España es muy fácil, nos las encargan con unas medidas y ya está. El "cipote" de verdad se monta cuando intentamos juntar todo, puertas, luces, motor, etc. para hacer un coche que pueda andar medianamente bien. Bueno, pues si ya de por sí montar este coche es una jartá de complicado, imagínate que te tienes que meter en el taller con un americano, un alemán, un chino y un indio, como si fuera un chiste. Pues eso, que se dan situaciones de lo más curiosas.

Actualmente estoy trabajando con tres indios y dos americanos. Los indios normalmente son muy simpáticos y tienen un acento muy cerrado que les hace difícil comprender su inglés. De los tres indios, uno es un bicho que pesa más de 100 kilos, no se lava mucho porque cuando se acerca huele que no veas, y pa colmo come con las manos. Yo lo tengo catalogado dentro de la categoría indio-gitano, que es ese tipo de indio que al ponerle una cadena de oro al cuello puede pasar perfectamente por gitano. Otro de los indios es una chica, bajita y poca cosa, pero lo que le falta de cuerpo lo compensa hablando rapidísimo y sin parar, lo que produce un dolor de cabeza que te cagas. El tercer indio es el típico bajito y simpático, con su bigotillo como el de Apu y en verdad es muy apañado. Por si no lo sabéis, los indios son los únicos seres en el mundo que tienen permitido acudir al trabajo con zapatillas de deporte y camisa de vestir.

Trabajo en equipo (Spanish version)

Los americanos con los que ahora estoy trabajando son los típicos de la patata en la boca cuando hablan, extrovertidos y aparentemente muy naturales en el trato. Suelen ser ellos los que llevan la iniciativa cuando nos juntamos varios, ya que son gente muy directa a la que le gusta mucho organizar grupos en plan "esto lo vamos a arreglar nosotros porque somos los mejores". Los dos americanos con los que trabajo son del estilo, muy majos y atentos en todo lo que se refiere al trabajo.

Pues esta es la gente con la que trabajo aquí. Otras veces me ha tocado con coreanos, chinos o ingleses. Cada uno es de su padre y de su madre, con sus peculidades. Si os preguntáis como nos ven a los españoles fuera. La verdad es que no somos tan populares como los italianos o ingleses, pero sí solemos caer bien en todos sitios. Por ejemplo si se habla de deportes y mencionamos a Nadal o a Gasol, rápidamente nos ganamos la simpatía de los demás, que nos ven identifican como buena gente.

PD: He escrito esta entrada mientras escuchaba las marchas de procesión, cornetas y demás en Canal Sur Radio. Qué envidia me dáis de estar ahora por allí!

PD2: Saludos para los romanos, que sé que desde la distancia también me leeis. Cuando volvamos tenemos que hacer una quedada para intercambiar fotos ;)

6 comentarios:

sara dijo...

Pero si estás mejor que quieres...No te quejes tanto...Ya nos gustaría a muchos ver la gran manzana!!!:-P

Anónimo dijo...

Pues no Rafa, no!. No te quejes de no estar en Semana Santa. Ayer, tardé una hora en llegar de Puerta Real a mi piso. En condiciones normales hay unos 3 minutos. Y para llegar necesité pelearme con una abuela que creía que me quería colar delante de ella para ver no sé qué Cristo y con un policía que no se creía que yo viviera donde vivo: "En esa calle no hay pisos habitables" me decíe el muy capullo!!!.
En fín, la maravilla de la Semana Santa y los Quecos!
Te echaremos de menos en Lahiguera, pero beberemos más a tu salud por eso.

Unknown dijo...

Rafa, me está encantando el blog. Yo te sigo a diario.

Me gustan mucho las cosas curiosas sobretodo las del supermercado.

Un abrazo

Torrailla dijo...

Ya te vale!
Estás en Nueva York pegando barajas de cartas a teléfonos del año la polca y haciendote fotitos y te quejas de no estar en Lahiguera en Semana Santa!; pues que sepas que estar en Lahiguera en Semana Santa no siempre es el mejor sitio.... ya me entiendes!

Rafa dijo...

Bueeeeno, he de reconocer que la Semana Santa no precisamente la mejor semana para algunos, pero estoy acostumbrado a veros a todos por estas fechas y os voy a echar un poquito de menos... ¿por qué no os venís todos para acá? La habitación es grande y cabéis todos seguro :D

Ponchito dijo...

Pues la verdad es que podríamos emigrar estos días para NY. Al menos, telepáticamente, estaré en NY contigo mientras soporto estoicamente mi semana de pasión particular...