En el supermercado

Poco a poco voy conociendo la zona por la que vivo y me voy haciendo a las costumbres de por aquí. Esta tarde tenía un hueco libre y he aprovechado para ir a un supermercado con la idea de hacer la compra para un par de semanas.

El supermercado al que he ido era parecido a un carrefour: un edificio grande de una planta con muchos aparcamientos alrededor. Al igual que en España, cuando aparcas el coche coges un carrito y entras en el supermercado preparado para comprar. Una cosa que es diferente entre España y USA es que por ahora en ningún comercio de USA he visto detectores de artículos robados a la salida. Se ve que esto de mangar es un deporte que se practica más por allí.

Por dentro el supermercado está organizado más o menos como los de España: una zona para frutas/vegetales, otra para charcutería/carnicería, pesacados, congeladores... y un montón de pasillos con las estanterías llenas de cosas, llenas a rebosar, en plan que coges una lata de lo que sea y tienes que tener cuidado para no tirar el resto que hay al lado. Por cierto, los pasillos más bien estrechillos. Se ven que tienen aprovechado el supermercado al máximo.

Un compañero de trabajo que antes había estado en USA me dijo que en los supermercados de aquí encontrabas todo lo que quisieras. Hoy lo he comprobado, hay mil cosas diferentes, y de cada cosa en concreto, pongamos por ejemplo champiñones, hay por lo menos 10 marcas diferentes: que si champiñones blancos, champiñones más oscuros, champiñones cortados en rodaja, champiñones enteros, etc. En España no hay tanta variedad de cada artículo, pero sí más cantidad. Se ve que aquí son muy chuminosos para comprar y les gusta tener mucha variedad de cada cosa. Yo no soy una persona muy puntillosa cuando hago la compra, y tengo que reconocer que hoy en varias ocasiones me he hecho la picha un lío con tanta cosa diferente delante, había momentos que no sabía qué estaba buscando y si lo que había cogido me salía bien de precio (Ñegundico aquí disfrutarías comprando).

Otra cosa que llama mucho la atención es el tamaño. Por ejemplo puedes encontrar la misma lata de conservas en 4 tamaños diferentes. Imaginaros una lata de tomate en tamaño pequeño, normal, grande y extragrande. Las de tamaño pequeño son la leche, porque son como de juguete, como las que teníamos cuando éramos chicos. Y luego, en tamaño grande también se ven burradas, como vender la sal en sacos.

Más cosas interesantes: en la zona del pescado tenían una pecera grande llena de agua con langostas y más bichos dentro. Llegas allí, le dices al tío que te ponga lo que sea y te lo saca directamente de la pecera. Luego también tienen como un par de pasillos con artículos exclusivos para judíos (todos los artículos estaban marcados con una bandera de Israel), por el rollo de que la comida que comen tiene que cumplir ciertar normas religiosas. Por si no lo sabéis, los judíos aquí en USA tienen mucho poder económico y político, supongo que por eso tienen esta exclusividad en el supermercado. También hay productos de muchos otros países: Italia, India, Méjico, Alemania... De España sólo he encontrado unas cuñas de queso García Baquero que valían una pasta. Mira que tenemos en España un porrón de cosas que le dan mil vueltas a las de aquí, y se ve que no las exportamos bien. A mí me ha dado un montón de coraje tener que comprar el aceite de Italia porque no había ni una botella española.

Más cosas: te puedes comprar gafas de ver en el supermercado. En una estantería he encontrado un montón de gafas, sobre unas cien, con un espejo, y unas hojitas con letras como las que te ponen cuando vas al oculista. Al lado había unas instrucciones que te explicaban cómo saber qué gafas comprarte en función de cómo veas las letras al ponerte las gafas. Se ve que ir a que te graduen la vista por aquí no tiene que ser muy barato...

Al final se me han ido casi 2 horas haciendo la compra, cosa poco normal en mí porque soy más bien rápido para estas cosas. Lo que pasa es que he visto tantas cosas nuevas y diferentes que a veces tenía la sensación de estar más en un museo que en el supermercado.

Acordaros de echaros una mañana a mi salud, que aquí no ponen tapa. Saludos desde el otro lado del charco!